may 30, 2014 // Álvaro Serrano // 0 // 133 Views

La segunda entrega discográfica de los norteamericanos Foster The People presenta un sonido más puro, reflexivo y contundente.

Puede que Supermodel (Columbia, 2014) haya sido uno de los discos más esperados de los últimos años. También puede que este segundo álbum del trío californiano Foster The People no haya superado el alto nivel que dejó su Lp de debut, Torches (2011). No obstante, fuera de suposiciones y a falta de ‘hits’ poperos ultrapegadizos como Pomped Up Kids, este trabajo sí que le sirve a Mark Foster y compañía para confirmarse como una de las mejores bandas del indie actual:

Coming of Age – Foster The People

Desde enero, fecha en que Foster The People lanzaron su primer adelanto, Coming of Age, ya habían dejado claro que una divertida madurez los había alcanzado: siguen sonando bailables y explosivos, pero ahora presentan un estilo más mesurado, cuidando más los altibajos y aprovechando al máximo sus peculiares y contundentes estribillos. No han olvidado la fórmula del éxito que les aupó hace tres años, pero tampoco han quedado atrapados en ella. Y, aprovechando estas reflexiones, los californianos ponen sobre la mesa la canción que abre el álbum en forma de coros ascendentes, bajos y percusiones bailarinas y guitarras inquietas: Are You What You Want To Be?:

Are You What You Want To Be? – Foster The People

También sorprende la cara calmada y meditabunda que Foster The People muestran en este disco con canciones cargadas de sonidos puros y sin apenas teclados ni efectos de por medio. Casos a saber son la reflexiva Ask Yourself, la pegadiza Nevermind, la tranquila Fire Escape y la acústica y musicalmente agradable (pues es algo agónica en letras) Goats in Trees, tema en el que Mark Foster recuerda por momentos al Damon Albarn más absorto:

Goats In Trees – Foster The People

Quizás ese lado tan íntimo de Foster The People hace que este disco no tenga tanto tirón comercial como el anterior y puede que sea una de las causas por las que la crítica musical no lo tenga demasiado en cuenta. Pero, como decíamos, los californianos nunca han dejado de lado su particular ritmo, como demuestran la agridulce The Truth y la psicodelia modernizada que guardan A Beginner’s Guide To Destroying the Moon y Pseudologia Fantastica (una de las joyas escondidas del disco). La pieza maestra del largo se la reservamos a Best Friend, una oda etílica y bailable que evoca a la amistad y a las drogas a base de ritmos funkys y estribillos tan movidos que es imposible no levantar el ánimo (videoclip recién estrenado incluido):

Best Friend – Foster The People