Probablemente la mayoría de los aficionados al fútbol sólo se acuerden a partir de hoy el gol de Raphaël Varane al Barcelona en el encuentro de anoche, pero no deja de ser un grano de arena (eso sí, bastante grueso) en el enorme encuentro que se marcó el francés del Real Madrid. Después de ver su exhibición al corte, la perfecta colocación defensiva y su sobriedad en el juego, hay que recordar que es apenas un chavalín de 19 años que se enfrentaba a su primer ‘Clásico’, el gran reto de su hasta ahora corta carrera, pero que ya se vislumbra como larga y exitosa.

Muchos se escandalizaron cuando en la primera jornada de la Champions League, Mourinho puso en el once a Varane para enfrentarse a todo un Manchester City, pero lo cierto es que el ojo derecho de Zidane no decepcionó en absoluto. De hecho, nunca lo ha hecho cuando ha jugado en el Real Madrid. Va de maravilla por alto gracias a su 1’91 de estatura, tiene una zancada soberbia que le permite perseguir a jugadores más ágiles que él y aunque, como es normal, tiene defectillos por pulir, apunta a ser el futuro jefe de la zaga merengue. Eso sí, ahora deberá tener cuidado en no asumir demasiado los elogios que está recibiendo. Muchos jugadores empezaron deleitando y acabaron saliendo por la puerta de atrás, como pueden ser Robinho y Sneijder. Si no se tuerce, Hierro tiene digno sucesor… y Blanc también.